Las azafatas: En cada evento como las jornadas hace falta una atención al público, no solamente en la recepción sino también en las ponencias y los distintos lugares de exposiciones. Gracias a la colaboración de las mozas del pueblo fue posible ofrecer este servicio a los asistentes
Las azafatas voluntarias de Castaño del Robledo.
Los almuerzos: No solamente de ponecias vive el hombre. Por esta razón se invitó a los colaboradores, ponentes, representantes de las distintas asociaciones y organizadores a comer cada día. Los días 25, 26 y 27 el sitio elegido fue el bar - restaurante "El Roble". Estas comidas servían para establecer nuevos contactos fructíferos y renovar antiguas amistades. Las jornadas, a parte del bagaje académico, son también un lugar de encuentro y un foro social.
La copa de clausura: Para celebrar el buen desarrollo de las jornadas, el ayuntamiento invito a los asistentes a una copa en el asador "Fuente de Roble". Hubo vino, cerveza, refresco y los productos típicos de la sierra para degustar. Una última oportunidad de relacionarse antes de la despedida.
Las meriendas: La asociación cultural "Riscos Altos" invitó cada tarde en el descanso a los asistentes a la degustación de dulces y una copa de vino dulce. Un tiempo precioso para relajarse e intercambiar impresiones.
Contactos: En una comarca tan extensa com la Sierra no es siempre facil encontrarse con otra gente interesada en el patrimonio. Las jornadas brindan una excelente oportunidad de relacionarse con personas de otros municipios o de reencontrarse con amigos que viven en otros pueblos. Tiempo de intercambio de ideas, de discusiones y de nuevos proyectos.